Mientras vivimos,
la muerte se oculta;
y en el preciso instante
en que morimos,
es la vida la que se ausenta.
La vida y la muerte se encubren. Mientras una busca, acosa y persigue; la otra, se disfraza, corre y ríe.
La vida se refugia en las palabras, y la muerte se oculta entra la vida y las letras.
El que vive, no puede saber que es la muerte, y el muerto no puede contarlo.
El eufemismo abraza a la muerte y desvia su mirada.
Y la muerte?
Sigue oculta esperando.